El enojo, un diario en Diciembre.

Un día de mierda, un día de mierda después de haber disfrutado el estar viva durante todo el fin de semana. Un lunes de mierda después de que este huevón me dijese que lo que yo decía no hacía sentido.

Me sentí herida, ofendida, débil. Pensé que había dejado de sentirme de esa forma con él hace mucho tiempo, pero sus palabras aún me son relevantes, y de alguna forma todavía busco su aprobación. Llegué a la casa, e intenté tomar una siesta, pero el ruido y el calor me volvían loca, y finalmente terminé levantándome y yendo a la sala a comer algo y a scrollear un poco en YouTube.

Siento un hastío complejo, no quiero nada, pero quiero hacerlo todo, no quiero sentir nada pero quiero sentirlo todo, quiero ponerme a gritar y también sellar mis labios en un silencio imperecedero. Siento mucho enojo y descontento. Quiero que me cubran de besos, quiero que me hagan sentir especial, quiero que me recuerden por qué vale la pena estar viva. Quiero vivir plenamente, y no sentir que todas mis palabras son erradas, estoy harta de dudar de mi tenacidad, de mi convicción, de mi absoluta y majestuosa capacidad para ser una man re mega pilas y emocionalmente competente.

Ha sido un lunes de mierda, un lunes difícil, un lunes caluroso, un lunes algo estremecedor para el ego frágil que a veces toma las riendas de mi camino. Tengo la sensación de estar haciendo las cosas de cierta forma incorrectas, pero al mismo tiempo, siento estar lográndolo todo, recuperando la independencia que me fue arrebatada hace mucho tiempo.

Tengo un nudo complejo en la garganta porque hace algún tiempo que no sentía este frenesí absurdo por hacer algo diferente, hace algún tiempo que no me encontraba frente a frente con la ansiedad de la vida mal llevada. Últimamente me he preocupado mucho por la capacidad de autorregulación que poseo, he intentado entender los límites a los cuales llevaré a mi cuerpo con tal de sentir algo, de encontrarme con la verdad pura. 

Aún no logro entenderlo bien, y de hecho, muchas veces me encuentro cometiendo los mismos errores una y otra vez. Pero así creo que aprendo, muchos años de práctica me han llevado a este momento de profundo entendimiento de mi propio ser.