Salt In The Wound - Julien Baker, Phoebe Bridgers, Lucy Dacus

But you take and you take 
Like silks up my sleeve
Tied corner to corner, never ending
Trick after trick, I make the magic 
And you unrelentingly ask for the secret


Hoy medité en medio del lugar que me había sido tan sagrado, casi prohibido, hace algunos años. Medité en el sentido de haber silenciado las palabras que bombardeaban mi cabeza preguntándome si estaba en el lugar correcto, a la hora correcta, siguiendo los pasos correctos. 

Esperaba por mi sesión de terapia de los jueves. Desde Abril, todos los jueves se han convertido en los días en que mi psicólogo me ayuda a desenredar el ovillo de lana que llevo en la cabeza. Se canceló una sola cita, en Mayo, cuando las lluvias torrenciales dañaron el techo de la clínica y no estaban seguros si algo podría pasar.
Es decir, llevo quince sesiones back-to-back, encomendada a la sagrada misión de encontrar ese algo que me hace falta para estar bien, para sentirme segura, y confiada de mi existencia en este planeta como algo que vale la pena descubrir y documentar con milimétrico detalle, pero sobretodo, disfrutar, y disfrutar plenamente.

Mientras esperaba en la terraza de los nuevos consultorios, pensaba en todas las cosas que había hecho mal, pero también admiraba el celaje maravilloso que tenía al frente mío y los recuerdos de la Elisa de diecisiete que solía bajar a ese mismo lugar me inundaron. Las cosas toman tiempo y esfuerzo y paciencia y muchísima resiliencia, pero llegan, y lo hacen en el momento indicado. Todos los caminos que he decidido dibujar y emprender, de alguna forma logran conectarse y me encuentro en el lugar ideal de todas las versiones que han existido de mí.

Pienso que quizá si dejara de analizarlo todo, me sentiría más en paz, tendría más tiempo, habrían más tardes infinitamente felices, la soledad no sería tan avasalladora. Pero eso también es sobre-pensar las cosas. Hoy me encuentro en paz, moderadamente bien. Nada más, no necesito nada más.

Sé ahora que esta es la prueba de amor más grande que he hecho por mi misma. Me destiné al sagrado oficio de cultivarme, y he sido constante en esta misión, no siempre he conseguido los mejores resultados pero siempre logro redireccionar mi camino hacia un lugar más afable.

Pienso que también algo muy importante en mi desarrollo, es el haber elegido apalancarme en las personas a mi alrededor. Esto le incluye a mi jefe, a mi psicólogo, a mi tía, a mis amigos. La sabiduría colectiva del compartir la experiencia terrenal.

Comentarios

Entradas populares