Dale suave, pelada.

Correr no es sinónimo de ir más rápido.

Tampoco es sinónimo de hacer mejor las cosas.

Hacer mejor las cosas no quiere decir que no hayan errores.

Los errores no descalifican los triunfos, y un triunfo no se cultiva sin haber regado un pocotón de errores por todo lado.

Sobretodo en la calle, donde nacen las ideas, donde pasa la vida. 

Sentarse a mirar la vida pasar es aceptar que todas las cosas que uno añora no es sino un objeto inanimado en la gran diversidad de planos que se encuentran paralelos a donde crecemos.

Nada es tan malo como parece ni tan bueno como suena.

La vida es solo un millar de situaciones corriendo a toda velocidad. Pero es la vida, no nosotros.

Yo camino, y existo en un silencio diligente y cómodo.

Me siento a descansar en la escalinata de mi casa y veo como todo el mundo corre en la dirección opuesta a la que yo estoy yendo. 

Quizá no sea tan malo dejar de pensar tan profundamente las cosas.

Hay días en los que es mejor de barro y de silencio. Ojalá ser de barro y de silencio.

Pero a veces. Cuando la brisa no me traiga el color del verano.

Comentarios

Entradas populares