Diarios de la depresión: de cuando renové mi espacio de trabajo y me fui a dormir a las cinco de la mañana

Tengo una necesidad absurda de hablar al mundo desde la voz de mi interior que se ha empecinado en hacer cosas imbéciles como tomar una dosis más alta de la que debería porque en realidad siente que o estoy en un punto en el que necesito una dosis más alta, o simplemente porque no logro conectar las razones suficientes para que me haga sentir mejor el ser una buena persona.

Estoy cansada, pero arreglé mi casa y quité la alfombra fea que estaba en mi sala. Ahora creo que estoy drogada. Las cosas se mueven. Quiero escuchar música. Tengo que escribirle a mi mamá a decirle que tengo mucho sueño y que deberíamos vernos un poco más tarde. 

También tengo que hacer mi trabajo. Y tengo que descansar.

Pero hoy colgué el espejo rojo que había quedado en mi sala, me golpeé la mejilla pero me motivó a hacer las cosas mejor.

La vida es bacán.

Tengo que cuidarme más.

Hoy solo quiero dormir.