Septiembre uno: La vita e bella - Café Voyage

Treinta entradas en blanco para recordarme por qué empezar un nuevo año es una maravilla que deberíamos aprovechar la vida siempre que podamos, y siempre podemos.

Las cosas no son nunca tan malas como parecen, ni tan malas como se ven.

Me gustaría no tener que contestar inmediatamente, me he quedado sentada en las gradas durante un atardecer y le doy cabida al sol entre mis mejillas. Quisiera el silencio de las noches en los atardeceres, la quietud de una existencia pacífica y comprometida con el bienestar de su raiz, regar las plantas de su propio pecho más que un requerimiento es un compromiso, es un pasatiempo verse crecer hojas coloridas.

Hoy tuve que salir para recuperar la consciencia, hoy tuve que caminar para recordar que no todo es tan grande como suena, tan frío como parece.

La vida se resuelve en la acción, y esto es cuestión de tirar del gatillo y comenzar.

Debo dejar de tenerle miedo a fallar. Solo he fallado por el miedo, entonces, aprendo a hacer las cosas con miedo, sin importar.