Straight to Hell - The Clash

The bamboo kid, go straight to hell, boy.

En el patio desde donde ahora se puede ver mi casa, solíamos salir a tomar raudales de humo, y beber botellas de agua extraviadas en la mesa de la cocina desde hace Dios-sabe-cuando. Tenía un frasco de orégano que parecía una comiquísima recopilación de chistes paternales entre la marihuana y el sazonador idea del arroz blanco (it ain't coca cola, it's rice!).

Se sentía el calor del verano tardío que había sido en noviembre, y temían todos las gotas de calor que resbalaban por la coronilla cuando las cosas se solían poner extrañas y pegajosas. Y entonces sucedía todo como si tuviese que suceder de cierta forma. 

También, hay caramelos con formas de corazones; dicen que hay bueno, malo, dicen que hay más o menos; dicen que hay, algo que tener y que no muchos tenemos.

Comprender la emoción desde un lugar de carencia es justificar los impasses porque no te han enseñado de mejor forma, porque la falta desgarró la fuerza con la que deberías haber parado las manos furtivas que intentaban decir que tienes que quedarte, y hacer, y decir ciertas cosas.

Encuentro que no tenía mucho sentido porque no se había acorazado el sentimiento detrás de mis pulmones, entones, podrías bien haberme dicho que eras un gran montañista y haberme llevado al rededor de todas las cordilleras del mundo, que yo me hubiese enamorado de la idea absurda de caminar contra vientos peligrosos, usando ropa de colores llamativos y ridículos.

Me encuentro queriendo darme la vuelta y decirte que me veas, que me veas bien y que por fin entiendas que todo lo que hice era para vos; que me veas y que abras tus brazos para recibir la figura que se había moldeado a tu fugura, que tenía tus bordes y orillas, y que hablaba con tu tono y que quería que le dijeses al oído que todo estaría bien.

Pasé el otro día por donde vos y el pavimento ardía, las casas seguían iguales y tus vecinos me fueron indiferentes. Tu casa es de otro color y yo espero que me haya olvidado de cómo era. Espero que todos los recuerdos que florecen en mis palmas cuando me acuerdo de tu puerta sean recuerdos de un día pasado que ya no alimenta mis vida.

Impasses.

Nos quemamos, querido, nos quemamos. 

No era por el sol, idiota, éramos vos y yo, vos y yo juntos muy temprano, muy antes.

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