El libro del mal amor <> Sbarra
Me gusta pensar que estás leyendo y que si digo mar,
ves tu propio mar. Que así sea.
Déjame creer que hubiésemos sido buenos amigos
de haber nacido menos distantes en el tiempo.
Pero eso no tiene importancia, ¿verdad?
Te saludo desde la otra orilla,
no te conozco ni puedo descifrar tus misterios,
pero puedo enviarte una señal que equivale a un:
“Deseo con todo mi corazón
que tu peregrinaje no te sea tan duro
como me lo fue a mí”.
Y si tenés como yo la certeza
de que todos los mensajes llegan,
sonreí desde tu orilla
y quizá no te sentirás tan solo.
- El libro del mal amor, Sbarra.
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